Rusia es el lugar ideal para disfrutar del turismo conocido como “profundo”, que permite no solo conocer el país, sino también sumergirse en un nuevo entorno cultural.
1. Los campos de loto de la región de Astracán: El loto es una flor sagrada en el budismo. Se asocia generalmente con la India o China y, por lo general, Rusia se ha excluido siempre de las menciones que se hacen de ella. Sin embargo, entre agosto y septiembre, en el territorio de la reserva natural de Astracán junto al delta del Volga, florece el loto del caspio: se trata del punto más septentrional donde crece esta planta. Aquí se encuentran las mayores reservas acuáticas del mundo en las que florece el loto, con unas dimensiones que alcanzan los 15 km de longitud por 3 km de anchura. Un solo día es suficiente para contemplar este milagro de la naturaleza: la excursión estándar a los campos de loto tiene una duración de entre 8 y 10 horas. Los participantes son trasladados en lancha a la menor distancia posible de las plantas, después, ya en barca, se adentran en la espesura de los campos de loto y se les permite nadar en el Volga.
2. Crucero de expedición a la isla de Wrangel, en la región de Chukotka: El día nace en la isla de Wrangel, pues se encuentra exactamente en el cruce entre dos hemisferios: oriente y occidente. Esta isla se considera el “hogar” de los osos polares y, desde 2004, forma parte de la lista de lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El buque de la expedición traslada a los turistas hacia el estrecho de Bering a través de la parte nororiental de Eurasia, cruza el círculo polar ártico y, finalmente, atraca en la isla de Wrangel.
3. El epicentro de la explosión de Tunguska, en la región de Krasnoyarsk: La primera información recogida de esta sorprendente explosión data de 1908, justo después de producirse la detonación. Hasta hoy día no se ha logrado llegar a una conclusión definitiva sobre lo que realmente ocurrió en la región de Krasnoyarsk: más de 100 años después, sigue sin conocerse con certeza la razón de este fenómeno. Debido a su popularidad, existe una gran variedad de excursiones al epicentro del impacto del meteorito de Tugunska que se pueden amoldar a las necesidades más variopintas. Por ejemplo, por un coste adicional, se puede cambiar una caminata de tres horas por un vuelo en helicóptero de 20 minutos hasta el lugar de destino, o bien organizar una estancia nocturna en camping en lugar de reservar habitación en un hotel. Esta excursión requiere que los participantes estén en buena forma física. Incluye los descensos en rafting y la posibilidad de conocer y profundizar en todas las teorías existentes sobre lo que realmente ocurrió en este lugar hace más de cien años.
4. La mina de diamantes Mir en Yakutia: La prospección en busca de yacimientos de diamantes comenzó aquí en 1955; actualmente, la profundidad de la mina es de 450 metros y tiene un diámetro exterior de 1.200 metros. Se sabe que los helicópteros no pueden volar sobre la mina Mir porque esta, debido al contraste entre las corrientes de aire, los aspira literalmente hacia su interior. Hoy en día, esta cantera constituye una de las atracciones más fascinantes de Yakutia, incluso en las fotografías más sencillas. Es la única mina del mundo que se puede ver desde el espacio y, con frecuencia, entra en las listas de los lugares más espectaculares del mundo publicadas por algunas revistas científicas.
5. El Polo del frío: Oimiakón, Yakutia: Casi cada año Oimiakón protagoniza los telediarios cuando se anuncian los últimos récord de temperatura: precisamente en este punto se detectó la temperatura más baja registrada en la Tierra, 71,2 grados bajo cero. Además, la temperatura media en invierno se mantiene aproximadamente en 50 grados bajo cero. Cuesta creer que en este lugar viven personas (las cuales, por cierto, llegan a alcanzar gracias al frío edades de hasta 120 años) y más aún que aquí lleguen turistas. La expedición tiene una duración de nueve días y se organiza tres veces cada temporada: en enero, en febrero y en marzo. Los grupos son de un máximo de ocho personas. Al visitante le espera una auténtica expedición étnica, que le permitirá sumergirse en la historia y las tradiciones de los habitantes nativos e integrarse en la cultura y la vida local. Oimiakón es el lugar ideal para poner a prueba su entereza.
6. Expedición a los volcanes activos de Kamchatka: Kamchatka es conocido en todo el mundo por sus volcanes, el salmón, los osos, la exuberancia de su naturaleza salvaje y su extrema inaccesibilidad. Sin embargo, es posible vivir una verdadera aventura gracias a esta nueva ruta de 17 días por una meseta rodeada de nueve volcanes activos, que incluye una visita a los campos de lava, una subida a la boca del volcán Tolbachik y una excursión fotográfica por la tundra. Como parte del programa, los viajeros son recibidos por un guía de habla inglesa, pueden disfrutar de la auténtica bania (sauna) rusa y pueden elegir el grado de dificultad de la ruta en función de su preparación física. Se deben pasar varias noches en una zona de acampada y el resto en cómodos hoteles. La ruta, en general, se realiza a pie, con algunos traslados hasta los puntos más remotos de la meseta en coches todoterreno o en camión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario